Sábado, 10:00 a.m. El día transcurre lento y tengo ganas de emborracharme.
Que curiosa es la vida cuando la ves pasar frente a ti, usualmente no prestamos mucha atención al vecino cotidiano de la mañana, aquel que va junto a nosotros en el auto bus, aquel que a la hora del almuerzo se sienta en frente en nuestro comedor usual.
Esté sábado fui a beber un par de cervezas al mercado central de mi ciudad natal, Santa Ana, y pensé a llamarle a un sin número de amigos de los cuales, al final, no llame a ninguno y me fui a beber en soledad; algo poco usual en mi. Ordene una cerveza, la primera, y un coctel de conchas. Mientras le daba el primer trago, vi al fulano que se encontraba a mi lado, comía afanosamente y acompañaba su entremés con una Coca-Cola, hummm digamos bien fría para no perder la costumbre. luego seguí buscando, mientras daba el segundo sorbo de cerveza, que hay que decir no estaba tan fría como yo hubiese deseado, y me percate que no había mucha gente. ¡hu! El coctel había llegado, olvide por completo mi alrededor y me puse a comer, ordene otra cerveza y mientras llegaba me dedique a aderezar mi coctel, un poco de chile, un tanto más de cebolla curtida, algo de salsa negra y por ultimo el toque de orégano molido que tanto me gusta. Comí y bebí sin prestar mucha atención a mi alrededor, en total fueron cuatro las cervezas que acompañaron el coctel. Al finalizar el coctel y el ultimo sorbo de la cuarta cerveza, decidí pedir otra cerveza más, la quinta, con esta cerveza empecé a ver a mi alrededor de nuevo. Aquel del coctel y la Coca-Cola bien fría había desaparecido y en su lugar se sentaba un vendedor ambulante que pidió una "Regia", que es un litro de cerveza, se la sirvieron acompañada de un baso y unos camarones al ajillo, se veía muy contento y tranquilo,como si le acabaran de quitar un gran peso de encima al parecer acababa de vender toda su mercancía; en una mesa frente a él se encontraba otro caballero, de unos cuarenta años aproximadamente, con semblante triste y taciturno, esté pidió que le pusieran música, mas bardaron en poner la música a que el hombre se ensombreciera aún más cuando la escucho.
Así llego otro hablando fuerte, casi gritando, una orda de jóvenes buscando alegría y pidiendo música más alegre y una mujer que parecía hombre y se bebió la cerveza de dos tragos.
Es interesante observar a quienes nos rodean, ver como sus gestos corporales hablan por ellos y nos dicen su estado de animo y un poco de sus personalidades. Tratar de comprender y observar el exterior, lo que nos rodea, el universo.
Hoy lunes, vuelvo al trabajo, la misma gente al rededor, los rostros conocidos y sin embargo totalmente extraños. Pero hoy, hoy existe una diferencia significativa, quiero saber más de ellos, quiero conocer el mundo y el universo; comprenderlo y disfrutarlo. Hoy observare los rostros, el lenguaje corporal, y a más de alguno le enviare una sonrisa o unas palabra "Hola, buenos días"....
Que curiosa es la vida cuando la ves pasar frente a ti, usualmente no prestamos mucha atención al vecino cotidiano de la mañana, aquel que va junto a nosotros en el auto bus, aquel que a la hora del almuerzo se sienta en frente en nuestro comedor usual.
Esté sábado fui a beber un par de cervezas al mercado central de mi ciudad natal, Santa Ana, y pensé a llamarle a un sin número de amigos de los cuales, al final, no llame a ninguno y me fui a beber en soledad; algo poco usual en mi. Ordene una cerveza, la primera, y un coctel de conchas. Mientras le daba el primer trago, vi al fulano que se encontraba a mi lado, comía afanosamente y acompañaba su entremés con una Coca-Cola, hummm digamos bien fría para no perder la costumbre. luego seguí buscando, mientras daba el segundo sorbo de cerveza, que hay que decir no estaba tan fría como yo hubiese deseado, y me percate que no había mucha gente. ¡hu! El coctel había llegado, olvide por completo mi alrededor y me puse a comer, ordene otra cerveza y mientras llegaba me dedique a aderezar mi coctel, un poco de chile, un tanto más de cebolla curtida, algo de salsa negra y por ultimo el toque de orégano molido que tanto me gusta. Comí y bebí sin prestar mucha atención a mi alrededor, en total fueron cuatro las cervezas que acompañaron el coctel. Al finalizar el coctel y el ultimo sorbo de la cuarta cerveza, decidí pedir otra cerveza más, la quinta, con esta cerveza empecé a ver a mi alrededor de nuevo. Aquel del coctel y la Coca-Cola bien fría había desaparecido y en su lugar se sentaba un vendedor ambulante que pidió una "Regia", que es un litro de cerveza, se la sirvieron acompañada de un baso y unos camarones al ajillo, se veía muy contento y tranquilo,como si le acabaran de quitar un gran peso de encima al parecer acababa de vender toda su mercancía; en una mesa frente a él se encontraba otro caballero, de unos cuarenta años aproximadamente, con semblante triste y taciturno, esté pidió que le pusieran música, mas bardaron en poner la música a que el hombre se ensombreciera aún más cuando la escucho.
Así llego otro hablando fuerte, casi gritando, una orda de jóvenes buscando alegría y pidiendo música más alegre y una mujer que parecía hombre y se bebió la cerveza de dos tragos.
Es interesante observar a quienes nos rodean, ver como sus gestos corporales hablan por ellos y nos dicen su estado de animo y un poco de sus personalidades. Tratar de comprender y observar el exterior, lo que nos rodea, el universo.
Hoy lunes, vuelvo al trabajo, la misma gente al rededor, los rostros conocidos y sin embargo totalmente extraños. Pero hoy, hoy existe una diferencia significativa, quiero saber más de ellos, quiero conocer el mundo y el universo; comprenderlo y disfrutarlo. Hoy observare los rostros, el lenguaje corporal, y a más de alguno le enviare una sonrisa o unas palabra "Hola, buenos días"....