martes, 9 de octubre de 2007

¿Qué decir?, nada....

"qué decir; nada" - pensó amado quien escuchaba a su alrededor el sonido de sus compañeros de trabajo mientras sostenian una discusión infructuosa, acerca de algo que ya no le interesaba.

Abrió su gaveta, tomo su revolver y se levanto, decididamente apunto el cañón 38 especial al supervisor impertinente que ya no soportaba. Sin tan siquiera parpadear le disparo a sus compañeros. Los gritos se escuchaban y amado veía al supervisor, pálido boquiabierto y sin respirar del pánico en que se encontraba, con una sonrisa de felicidad casi espelusnante; luego abrió lentamente sus labios y de la boca de amado salieron las palabras: "la próxima podrías ser tu", seguida de una pequeña y casi inaudible risilla.